Los misioneros, al servicio del bien común: Clausura SEM’14
Monseñor Segundo Tejado, subsecretario de Pontificio Consejo Cor Unum,
«Cuando una organización católica de ayuda margina la evangelización, pierde su propia identidad»
El subsecretario del Pontificio Consejo Cor Unum -dicasterio pontificio encargado de la acción caritativa eclesial-, monseñor Segundo Tejado, ha subrayado el nexo inseparable de la caridad y la evangelización. Ha denunciado que muchas veces uno de los dos polos se olvida, de forma que se desnaturaliza la identidad de la Iglesia. La Semana Española de Misionología (SEM’14), que se ha celebrado en la Facultad de Teología de Burgos, ha sido clausurada por monseñor Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo de Toledo y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones; por monseñor Francisco Gil Hellín, arzobispo de Burgos; y por Anastasio Gil, director nacional de Obras Misionales Pontificias.
«Para la Iglesia, la caridad no es una especie de actividad de asistencia social que también se podría dejar a otros, sino que pertenece a su naturaleza», afirmó esta mañana Tejado. Por eso, en su conferencia de clausura ha fundamentado teológicamente la unidad entre la evangelización y la caridad en la misión de la Iglesia, a partir de la exhortación apostólica del Papa Francisco Evangelii gaudium y de las dos encíclicas de Benedicto XVI sobre la caridad –Deus caritas est y Caritas in veritate-.
Tras saludar a los asistentes de parte del presidente del Pontificio Consejo Cor Unum, el cardenal Robert Sarah, Segundo Tejado contó cómo en sus viajes por el mundo -recientemente ha estado en Kazajistán- siempre se ha encontrado con la Iglesia, hasta en los lugares más recónditos. Tejado explicó que uno de los asuntos más urgentes para Cor Unum es que las instituciones de la Iglesia que se encargan de la caridad no descuiden la misión propia de la Iglesia, que es la evangelización con palabras y obras. «Cuando una organización católica de ayuda pierde de vista este horizonte evangelizador, está perdiendo su propia identidad e inevitablemente pierde su razón de ser».
Segundo Tejado explicó que es necesario recuperar la unidad en la acción de la Iglesia de anuncio, caridad y liturgia. Esto está en la raíz del cristianismo. «Cristo fue el primero que con su presencia entre nosotros enlazó de modo inseparable anuncio espiritual y el servicio material». Por eso, el anuncio debe mostrar el amor de Dios con palabras y obras, antes de imponer una obligación moral. Por su parte, la caridad no se debe reducir a solidaridad, sino que brota del amor a Dios, que mueve al amor al prójimo. «Los pobres, los inmigrantes, los necesitados tienen también derecho a conocer la buena nueva de ser amados por Dios, a conocer lo que en última instancia nos mueve a asistirles».
Los misioneros, al servicio del bien común
Toda la misión es posible, según detalló, gracias al Espíritu Santo, alma de la Iglesia evangelizadora. Este Espíritu mueve a los cristianos a ser misioneros. «Si queremos crecer en la vida espiritual, no podemos dejar de ser misioneros». De esta forma, los misioneros se convierten en manantiales que desean y buscan el bien de los otros.
Precisamente sobre esto se ha debatido en la mesa redonda La actividad de los misioneros al servicio del bien común celebrada a primera hora, antes de la conferencia de monseñor Segundo Tejado. Han participado Ignacio Valero y Javier Goizueta, asesores ambos del diputado Carlos Aragonés – quien ha excusado su ausencia- y dedicados a la cooperación internacional; y el periodista José Francisco Serrano Oceja, moderador del acto. Desde su gran conocimiento, han hablado de cómo funciona en España la cooperación internacional -Goizueta parte de inmediato para coordinar la cooperación de España con Israel-, y han tocado temas como la utopía y la corrupción. Los arzobispos Francisco Pérez y Braulio Rodríguez Plaza, de Pamplona y Toledo respectivamente, han intervenido en el diálogo posterior.
La SEM’14 ha sido clausurada por monseñor Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo de Toledo y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones y cooperación entre las Iglesias; por monseñor Francisco Gil Hellín, arzobispo de Burgos; y por Anastasio Gil, director nacional de Obras Misionales Pontificias. La 67º edición de este evento misionero se ha celebrado, como cada año, en la Facultad de Teología de Burgos y ha contado con 150 matriculados.