Anunciar el Reino de Dios, misión, con nuestra vida y nuestras palabras
Nueva reflexión misionera en HOZANA, comunidad de orantes.
Introducción: Insistiendo en una revelación muy importante. Jesús había revelado claramente a sus discípulos cuál sería su fin: entrega a los gentiles, condena, muerte en cruz y… resurrección. Pero parece que no lo entendían, aunque lo primero quizás sí a juzgar por la reacción de Pedro (Mc 8,32). De todos modos, Jesús quiere que lo entiendan bien y se dispone a darles una lección práctica. Los lleva a un monte a orar y durante la oración Jesús se transfigura y aparecen hablando con él Moisés y Elías. Los discípulos se quedan extasiados y Pedro le pide quedarse allí sin fijar término.
1. Una explicación muy práctica. Aparecen hablando con Él Moisés y Elías, que son, por así decirlo, los representantes de la Ley y de los Profetas, es decir del Antiguo Testamento. Y, ¿de qué hablan? «Hablaban de su muerte que iba a consumar en Jerusalén.» Luego lo que Jesús había dicho de su muerte no era un infundio producido quizás por el miedo, era algo que ya estaba anunciado en sus libros sagrados, ¡y que tenía que cumplirse! Lo de la resurrección sí era más difícil de entender, y Jesús, cediendo a la torpeza de los discípulos, va a representar un avance de lo que iba a suceder: y «mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blanco.» Todos se quedaron maravillados y Pedro tomó la palabra para pedir que aquel portento no cesase como había comenzado: «No sabía lo que decía.» No se puede gozar de la gloria, sin antes haber padecido la cruz. Y eso era lo que les esperaba: dar la vida por anunciar el mensaje del Reino.
2. Las enseñanzas de la transfiguración. La primera lección que nos da este evangelio es la esperanza: nos invita ya desde este domingo a mirar a la Pascua y a sentir que la resurrección de Jesús se hará en nosotros un día carne de nuestra carne. No nos dejamos aprisionar por la seriedad de la Cuaresma, sino que gozamos con la Pascua que se avecina……
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Nuestra vida es misión. Ya que somos Bautizados y Enviados.