Pidamos por nuestros hermanos alejados de la fe.
Para que, a través de nuestra oración y testimonio evangélico, puedan redescubrir la belleza de la vida cristiana.
Papa Francisco – Julio 2017
«No olvidemos nunca que nuestra alegría es Jesucristo, su amor fiel e inagotable. Porque cuando un cristiano se pone triste, quiere decir que se ha alejado de Jesús. En esos momentos no hay que dejarlo solo. Debemos ofrecerle la esperanza cristiana con la palabra si, pero más con nuestro testimonio, con nuestra libertad, con nuestra alegría. Pidamos por nuestros hermanos que se han alejado de la fe, para que, a través de nuestra oración y testimonio evangélico, puedan redescubrir la belleza de la vida cristiana.»