Intención misionera noviembre 2011
En la homilía que dirigió el Papa Benedicto XVI con motivo de la apertura de la II Asamblea especial para África del Sínodo de los Obispos en octubre del 2009 señalaba que: “Para ser luz del mundo y sal de la tierra hay que aspirar siempre a la «medida elevada» de la vida cristiana, es decir, a la santidad. Los pastores y todos los miembros de la comunidad eclesial están llamados a ser santos; los fieles laicos están llamados a difundir el buen olor de la santidad en la familia, en los lugares de trabajo, en la escuela y en cualquier otro ámbito social y político. Que la Iglesia en África sea siempre una familia de auténticos discípulos de Cristo, donde la diferencia entre etnias se convierta en motivo y estímulo para un recíproco enriquecimiento humano y espiritual.