Jornada misionera
El pasado 25 de mayo, tuvimos la oportunidad de escuchar a tres misioneros: P. Manuel Serrano, P. Thomas y Hna. María del Carmen.
Nos mostraron la misión en el continente asiático.
Con una riqueza extrema, al ser de allí, India, P. Thomas tomó la palabra y nos condujo por el continente para poder luego recibir las experiencias de los otros conferenciantes.
P. Manuel con una experiencia que comienza a ser dilatada, 10 años entre India y Pakistán, nos ofreció la manera de evangelizar y llevar la palabra de Dios desde su experiencia. Entre las perlas que podríamos destacar, nos quedamos con «Es volver al Evangelio. Por las calles te encuentras con los descritos en la biblia». Le costó comprender su llamada. 8000km de distancia, la familia tan lejos… un catequista le ayudó mucho a confirmar su opción. También reflexiono las palabras de santo Tomás «Jesús mándame a cualquier parte del mundo menos a la India» y fue un gran apóstol justamente en la India. Y también las de san Francisco Javier «Jesús mándame a cualquier parte del mundo incluso a la India».
Sigue estando a la total disposición de ser enviado allí donde sus superiores lo requieran para seguir contagiando la palabra de Dios y «…llevar la luz a los pueblos y abrir la senda de la vida…»
Toma la palabra la Hna. María del Carmen, Ángel de la Guarda, que ha estado en Filipinas y en Japón como misionera.
Pasó momentos de gran dificultad con la lengua y el tiempo. Con respecto a este, digo que había «dos estaciones: calor y más calor». La realidad social que nos describió de Filipinas, analizaba la sociedad entre ricos y pobres, sin clase media.
Le sorprendió la fuerza interior ya que «se ríen de verdad».
En Filipinas el 80% de la población es católica y solo el 20% musulman, además muy localizada en el sur del país, donde se producen muchos secuestros y asesinatos, sobre todo de religiosos.
Su trabajo se basaba en los niños y jóvenes.
Japón fue totalmente distinta la experiencia. En Cádiz hay unos 766 mil católicos, y en todo Japón no más de un millón, siendo de estós 600 mil inmigrantes. El idioma, se tarda como unos dos años en empezar a chapurrearlo. La cultura es de una riqueza sin igual, y muy variada. Aprendió a «nacer de nuevo».
Su misión específica estaba relacionada con los barrios marginales y los «homeless», el sinhogarismo. También trabajan con jardines de infancia en donde tan solo hay unos tres o cuatro católicos.
Para finalizar nos pidió rezaramos por los misioneros, que «ellos reciben nuestras oraciones, les da energía saber de la oración de los demás por ellos». Y el poder de la misma les ayuda a ser sostenidos. En segundo lugar nos acordaramos de ASIA. La tendencia latina era América Latina y África, y sin embargo el trabajo en Asia es inmenso. Y por último, el regalo que es sentirse en comunión, «hay mucha soledad, pero con la oración, se siente la comunión». Al igual que «apoyada y mantenida por Dios».
P. Aquiles les entregó un obsequió y con una oración a María nos despedimos.